Se lo estáis haciendo a Él |
Plaga mundial |
Sin embargo en esta hora crítica los ángeles y los santos están mostrándose al mundo obrando milagros, maravillas y prodigios. Salvando vidas, dando la mano al necesitado, socorriendo al rico y al menesteroso. Velando las 24 horas por todos. Son esas figuras que vemos todos los días en los hospitales, los supermercados, en el ejército, van en motos de tráfico, en camiones de bomberos, en coches de policía, transportan las mercancías por todas las carreteras de España como camioneros, están en los servicios de limpieza, en las furgonetas de reparto, en correos, lavanderías, en las empresas que producen todo lo que necesitamos, en los barcos de pesca, en los hombres del campo, en las granjas, en los comedores sociales, en internet, en las compañías telefónicas, en las funerarias y en tantos y tantos servicios menospreciados con sueldos precarios y recompensas de miseria que este escrito si los escribiera llenaría una enciclopedia. Ahí estamos viendo las caras de los ángeles y de los santos en cada nación. ¡Qué cerca los teníamos y nos los veíamos! El coronavirus nos los muestra todos los días.
Ángeles de España |
En cuanto a los demonios no los vemos porque se nos presentan como ángeles de luz. Son maestros del engaño con pieles de cordero pero lobos voraces. Es difícil verlos porque han obnubilado nuestra mente y han poseído ideológicamente todos nuestros pensamientos. Aunque por sus obras podemos reconocerlos. Y también por su narración novelada de caballería en el enfrentamiento con la pandemia. Ellos representan la razón de la sinrazón que a nuestra razón se hace.
He querido que la primera foto de este escrito reflejara el amor más puro. Es la representación del Redentor del mundo. Es una imagen superlativa de todos aquellos anónimos y desconocidos que están siendo los ángeles guardianes. Pero también para decirles que un amor tan grande, tan desinteresado, tan excelso, es como si se lo diéramos a Él.
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